Las láminas galvanizadas son una variedad de los tipos de láminas para techos. Están hechas por una sola pieza de metal o policarbonato con relieve.

Las que están compuestas por material férreo pueden conseguirse galvanizadas, lo que evita su corrosión. Esta opción es más barata si se compara con otros materiales como el acero inoxidable.

Las láminas galvanizadas conducen el calor y evitan que se cuele a los interiores, por lo que son útiles para cualquier tipo de clima.

En el caso de las láminas corrugadas de policarbonato, sus ventajas difieren un poco de las galvanizadas, pero resultan completamente funcionales. Su mantenimiento se lleva a cabo con silicón neutro, que puede encontrarse en cualquier ferretería. El uso de este pegamento es indispensable para sellar las perforaciones, pero no funcionará en el caso de usar material metálico.

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